Necesitaba esperar un poco a ver qué perlas soltaban por la boca ("Hay que cerrar el Ministerio de Igualdad por abortista radical", "Fuera, fuera, fuera", "Que se vaya, se vaya de aquí y que Bibiana deje a los niños vivir", "Bibiana dimisión" y gritos de "Asesinos, asesinos, asesinos") o en forma de pasquines. Algunos de estos hablaban por sí solos de los que los repartían:
Lamentablemente, hay que convivir con esta ralea, aún a sabiendas de que defienden los postulados de un fulano que cuestiona la eficacia del condón para evitar que los niños en Africa nazcan con el SIDA.
Aún a sabiendas de que el mismo fulano protege y oculta las prácticas pederastas de esos que claman por el derecho a la vida de los no nacidos.
Tengo que convivir con declaraciones como esta:
1.La presidenta madrileña siempre se ha mostrado contraria a la Ley del aborto, pues considera que esta opción es "un fracaso" para la mujer.
2.La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Esperanza 2000 y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, que promueven el manifiesto, han expresado, en rueda de prensa, su rechazo hacia el anteproyecto de ley, porque permite un "aborto libre que ataca al derecho a la vida".
Además, han afirmado que el "aborto es un fracaso" y que la sociedad "miente al ocultar parte de la realidad de la mujer como los efectos secundarios que conlleva el aborto"
Estas organizaciones han asegurado que sus propuestas "plantean la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte" y que el debate sobre este asunto "acabará cuando no haya ningún aborto en España".
Así consideran que si las personas que aceptan el aborto lo vieran como la "muerte de un niño, entonces se acabaría" esta práctica, al convertirse en un "crimen". Contabilizan que "el aborto se cobra la vida de más de 100.000 inocentes en España cada año" y frente a ello proponen mostrar ecografías a los ciudadanos para ayudar a recrear la cultura de la vida.
Denuncian que el "aborto es la gran disculpa de las irresponsabilidades sexuales", así como que las mujeres están coaccionadas a tomar esa decisión, por el entorno actual de desprotección de la vida del niño y de la embarazada.
3. Mayor Oreja: "El aborto no puede ser nunca un derecho".
Todas sus pataletas quedan reducidas a ofensa fanática, con un tufo paternalista que cosifica a la mujer y, como ser inferior e imbécil que es (no hay más que ver a la San Sebastián), la reduce a ente sin conciencia que debe ser guiado (apoyado, decían ellos, para disfrutar de la maternidad).
Es gravísimo que la injuria y la estigmatización estén permitidas en forma de manifestación. No queda la cosa en que se niegue el derecho de la persona, en este caso mujer, a decidir sobre su propia VIDA, priorizando el de una vida que no es persona, ni por definición ni por sentido común. Necesitan evidenciar su empeño intolerante con la vida ajena mediante el insulto.
Es indignante que se insulte a las mujeres que han decicido abortar, con la coartada de la libertad de expresión, haciendo uso de un derecho democrático, para vilipendiar a una parte de la población que tomó una decisión personal sobre su destino. Tener que oir en un púlpito a una mujer decir que las que decidieron tener a sus hijos son más valientes, es el puto colmo de lo que ellos entienden como "Evangelización". Luego que les baja el censo. Serán cenutrios.
Es lamentable leer que una presidenta de una comunidad tan importante como la de Madrid, manifiesta que el aborto es un fracaso...para la mujer (déjate de tonterías sobre roles patriarcales pa lo que nos interesa) . Ni siquiera se acordó de decir "sociedad en-su-conjunto".
No ven que, cuando intentan ir de buenos con el rollo de que se compadecen de las mujeres que se ven empujadas a abortar (porque tiene unas consecuencias físicas y psicológicas malísimas), se les ve el plumero al caer en la incoherencia de herir la sensibilidad de quien ha tenido que enfrentarse a tal decisión: "Nos importan las mujeres... pero son unas criminales asesinas si no hacen lo que dicta nuestra indiscutible ley moral cristofascista."
Para mí el baile de cifras sobre el número de manifestantes no es importante. Aunque hubieran sido los dos millones que proclaman los organizadores, lo relevante es que un 79% de los españoles respaldan la ley.
Pero sí me gustaría que el Gobierno acotase las declaraciones fanáticas del clero y sus acólitos, porque muchas estamos hartas de financiar a la secta de Ratzinger con nuestros impuestos y encima tener que soportar sus ofensas injuriosas y sus soflamas intolerantes, sustentadas por la mezquindad de su doble moral.