El título es para los que a día nueve siguen con la resaca de Nochevieja y Reyes.
Ya sé que estamos a nueve y éso... pero como le dije a Sota en Facebook que iba a retomar el blós a la puta envidia y como propósito de año nuevo, he pensado que era mejor ir poniéndose y no dejarlo hasta Febrero.
Y para no defraudarles con mi habitual vaguería bloguera, les voy a pegar un comentario propio en Escolar contestando al Sito Lordo en el día de hoy.
Maese Lordo habla de la unión de la izquierda y dice que no debemos insultar a los proletarios con chalete hipotecado por 40 años con BMW de a 500 aurelios la letra durante un lustro. De acuerdo… pero no caiga en insultar al perro flauta y/o punki-postal porque entonces el argumento de la unidad queda muy flojo. Tiene cierta razón Perro flaco en que a todos nos apesta el culo aunque a nosotros nos huela bien. Y hay varios ejemplos en el post anterior con minolles de comentarios.
Por otro lado, lo que yo vengo observando en la última década en lo que se refiere a reivindicación de derechos dentro de la hostelería, es que la cosa va a peor. Por miedo, por la crisis, por indignidad, por el puto dinero, por estar desinformados, porque no distinguen entre intereses de la izquierda y los de la derecha (o no saben cuáles son sus propios intereses y que están confrontados con los del empresario especulador para el que trabajan), porque la gente sólo se acuerda del currito del bar cuando le intoxican los fumadores durante sus 12 horas de trabajo…
Siempre he pensado que dentro de la izquierda hay una falta de unidad patológica. Pero, a diferencia de usted, a mi me parece que la responsabilidad de tal despropósito está más de lado del elitismo paternalista de la gente más y mejor formada, y no del lado del perrofláutico hedonista, aún cuando no comparta muchos puntos de vista con personas a las que atribuyo, quizás equivocadamente, esta etiqueta.
Pensar que vivimos en un país en el que una parte de la población, sea esta de clase alta o de sectores profesionales de alta cualificación, no mira por encima del hombro a la otra parte de la ciudadanía que limpia sus casas, les ponen el café en el bar o les barren la calle… es equivocado. Esta sociedad apañola nuestra tiene el mal endémico del marquesado de chorrapelada…
He trabajado en distintos tipos de Hostelería y en varios puntos de la geografía y también he visitado como clienta restaurantes y cafeterías en varios sitios. Le aseguro que actitudes despóticas sutiles y flagrantes se le escaparían a usted y a mí no.
En base a esto… ¿cómo definimos el límite para soltar el órdago? ¿qué es lo irrenunciable para la socialdemocracia a estas alturas de la película? ¿Hablamos de la socialdemocracia de Vicenç Navarro o de la de Felipe González?
El hecho de que no lleguemos rápidamente a la conclusión lógica de que hay que repartir el exceso de horas extras para disminuir el paro y que prolongar la edad de jubilación repercute en más precariedad de empleo para la población activa más joven, indican que el límite ya se ha rebasado en mi opinión. Y justifican que haya gente de izquierdas que se sienta tan deprimida como para tirar la toalla y sálvese quien pueda.
Siento ser tan negatifa, pero es que se lo han hecho muy bien estos libeggales.
Además está inluida la opinión acerca de la mejora de las condiciones del centro de trabajo de los camaretas gracias a la "Ley antitabaco".
Algunos les daba yo a probar un poquico..