Martes, 12 de noviembre de 2019: El ocaso de la Reina Momo.
Día 1 sin contacto on line contigo. A partir de hoy, periódicamente, no a diario, puesto que romper las vías de comunicación en WA y TW persiguen un fin, que es sacarte de mi mente, obligarme, estas "Cartas para Nadie" están reservadas para ti, amor. Y no. No sabré si las lees o no. Ni nadie más que yo sabe quién eres tú. Nadie eres tú, en definitiva, de ahora en adelante. Te cambié el nombre, ya tienes otro modo nuevo de referirse alguien a ti, para que lo guardes entre tus recuerdos.
Porque me sigue apretando la fresa sólo el susurro, sólo las palabras escritas "latir juntos". No puedo, no me lo saco. Y sé que la única manera es ser radical. Incluso inmediatamente contactar con quienes quieren saciar mi sed. De manera mucho más prosaica que vos, sí. Pero sin sentirse culpables por ello ni hacerme a mi papilla por el camino.
Como dije donde no podrás leer: Algún día me llegaré a tu vera. Y entonces te ofreceré mi mano y mis labios, de nuevo. Todo mi ser será tuyo, si lo quieres y el futuro brinda la oportunidad. Pero ahora tengo que hacer un paréntesis largo. No puedo ni debo estar a tu alcance. Algún día comprenderás que yo también siento a mi manera y reservo lo mejor siempre para el tú a tú. O tal vez no. Pero espero poder sonreír al pensarte, aunque hoy no sea capaz todo el rato.
No estés triste, si por lo que fuera llegaste aquí. Cambié de bar. No es tan difícil volver a charlar sobre rock algún día, volver a reconocernos solos, entre la multitud.