"La mujer que creía aún en engendrar para hacer feliz a un niño."
[Fecha del día del diario: 14 de septiembre de 2009.]Siempre era la misma interrogativa:¿Puedo yo hacer feliz a una personita por mucho que la quiera más que a mi vida? Y si de quererla tanto la ahogo, no le dejo espacio ni aire que respirar, ni acepto su curiosidad loca por encontrar y aprender...y la hago un daño y sufre sin yo saberlo, porque, de tanto esconderla ya no articula palabra. Sé que no podría soportarlo... -¡Hey! ¡te pillé! Acaso lo que dices...¿no es que quien no quiere sufrir eres tú? ¡No es la vida humana que conformes con amor! No es realmente el sufrimiento de quien llene tu vida...¡sino el tuyo propio porque sabes que ha de tropezar! No es justo...porque al final es lo mismo... -Síiii, sé muy bien por dónde vas. Y acabarás admitiéndome que niegas lo bueno de la vida y que tú puedas enseñárselo. Todas las cosas que puedes mostrarle harían positivo el balance... ¿A qué balance te estás refiriendo ahora?¿Qué palabras son esas para convencerme de que puedo ser una madre hechicera, que embruja a su bebé para que sea feliz al margen del mundo? -Mi amor, ¡no te enojes! Quiero decirte algo: Sólo por conocerte, estará eternamente agradecido o agradecida por pisar el Planeta.
[Entrada relacionada: I.V.E.]