30 sept 2021

Certezas.

 Cuando esté completamente bien, con mi curro mierda, ahora que sé que puedo y lo que valgo, dejaré de dedicarte letras, se acabará por completo, ya no habrá más.

Ese será el merecido castigo.

Y que siempre te amaré, por supuesto.

Como siempre amaré a Marcos.

Y a Jorge. A Silvia. A Luis, que me rompió el corazón en mil pedazos. A Andoni. A Txerra.
Al padre de mis hijas. Por mucho que haya habido también dolor. A muchos otros, Edu "Jacho", mi mejor amigo del Bachillerato, con el que me enrollé varias veces y, si lo veo hoy, me lo follo fijo, porque lo amo, en lo amplio del término.

Y los más recientes, que están retratados en estos posts de 2019 a 2021, que ellos saben quiénes son y los textos que los referencian. Suficiente.

No sé si es poliamor. Sé que este texto es de nuevo en primera persona, a bocajarro y eruptivo, porque es lo que toca, entre nubes de piroclastos de esta tierra de volcanes atlánticos.

A tantos amé y amo. A mujeres también, claro. Pero mi presente quiere preservarlas en el completo anonimato, salvando a las otras tres mambas restantes.

La reina del pseudónimo un día llegó, comprendió el juego y aprovechó su capacidad, innata y adquirida, entre jerga de barrio de Gamonal, metaforizando y jugando con las palabras; les dio en el morro en el antro a aquellos que solo estaban para "el buen rollo". Hedonistas de la peor calaña, en pedestales de la cínica, que para colmo juzga y sermonea a los demás. Hasta dicen cómo ha de ser la Lírica.

Vale que más intenso, que fuiste fogonazo en mi vida, que jamás podré olvidarte y que aún te lloro, en algún momento de soledad pasajera. Pero el punto es este: una vez he sido yo la que le ha hecho saber a ella directamente quién soy, sin intermediarias, puedo decirte que sí. Que ella se ha enterado. Por mí. Por mi carta de presentación. Y lo peor es que no me importa nada que ella sufra, ni que lo hagas tú por ello. Y no me siento en absoluto mala persona. Porque cuando esté bien y ya no te hable, ya nada necesitaré de ti.

Pero sentir vergüenza de la persona que amas, es lo peor. Lo más ruin y bajo entre dos, si no lo dejas ir, al otro.

A la buena gente se la espera en las malas. Los buenos amigos y amores son los que están cuando los necesitas. Los compañeros, los vecinos. 

Viejo volcán. Vieja cumbre, se resquebraja y arde nuevamente. Ruge, tiembla, rompe la roca basáltica para comenzar de nuevo el ciclo. El magma aflora a mil grados y el río de lava destruye la vida y lo que encuentra a su paso. Cuando deje de gruñir, tras los gases, explosiones, bombas y cenizas, irá enfriando, retornará a la calma. Volveremos a confiar, los humanos, en lo que no debemos.

Te acercas a todo aquello que te recuerda a mí. Para bien y para mal. 

Pero ya echó a andar Momo, sin mirar atrás.



Durante mucho tiempo le sucedía que renegaba de las relecturas. Dudaba de la lucidez que siempre habían despertado sus textos en ella misma. No estaba eso, no lo sentía y le aterraba. Pero intuitivamente, sin aún haber llegado a la verdad, ella sabía y transcribía inquietudes justificadas pero intangibles. No, no estaba bien. Nada estuvo bien.