Para ella misma y su tozuda "vuelta de la burra al trigo". El día de su cumpleaños y romper diciendo que no podía darle lo que necesitaba, que lo había comprendido.
Poco tiempo después, inconstante, volver a contactar. Da igual el motivo, ella ya sentía necesidad de un mínimo contacto. Y ni así. Sabe que él siguió la estrategia de rebajar la dosis, siempre lo supo. Pero la aspereza también estaba.
Así que sigue y seguirá sin explicarse cómo pudo volver después de lo de septiembre. Permitir que sucediera lo que sucedió, tal y como se ve en perspectiva por el contexto de mentiras y omisiones. Es demoledor para su amor propio no saber tomar la decisión correcta muchísimo antes, incluso. Sí, debió ser el día de lo del reproche por ser mal momento. Esa manera de reaccionar. Está claro. Muy claro. Le servía sólo a distancia, hasta que empezó a ser molesta, pero es la clase de persona incapaz de ser sincera. Alarga las cosas innecesariamente y luego sale con el "vamos a definir, por si las dudas".
Ocho meses. De los que ella se siente responsable porque no debió llegar a uno siquiera: del 22 de abril al 10 de mayo. Esa debía haber sido la duración. Y ojalá no le hubiera desbloqueado nunca ni contestado al primer mensaje privado. Ya está.
El grado de influencia en lo que ella es hoy, si más o menos, peor o mejor, es indiferente. De lo que no hay duda es de que ojalá nunca habérselo cruzado.
<<Solamente hay un recuerdo cálido y un par de agradecimientos por descubrimientos musicales que ya son referentes. Supongo que eso le confortará, de algún modo. Sí: es cierto. Está. Pero qué voy a hacer...
...no todo se puede borrar como un chat o un tuit, en la Memoria de Momo>>