Un poco de niebla, la vista cansada, los años que pasan.
Ser consciente de eso, de cómo han pasado los años, entregados a la lucha.
Y la duda infinita. El no saber bien dónde se pisa que crea ansiedad, desconcierto, confusión.
Ocasiones en las que creías que no te conocían nada, Momo, que no traslucía nada. Y en las que te equivocaste. Por eso estás agotada, exhausta de pelear y cuando acude el estrés acompañado de la ira, por no poder llegar a tiempo con las mambitas, de la manera que sea, emocional o económicamente, notas que te desinflas como un globo. Dudas. Piensas:
<<¿Y si se está anticipando alguien que en dos meses y medio conoce muy bien mis necesidades...? >>
Otra vez la ternura. Pero ya no es solo que estés anticipando cosas o las haga otra persona realmente concienciada de lo que es prioritario para las mambas verdes como tú...
Ha subido la intensidad del seísmo en la escala de Richter porque hay un combo peligroso desde hace unos días. Que apenas lo ves y que sexualmente te atrae cada vez más. Lo inaccesible siempre te ha puesto perra, vaya. A ello a veces se suma la ternura por los gestos y la capacidad que tiene de anticiparse a la hecatombe, haciendo cambios favorables en la marcha de la nave.
Ese momento de debilidad que no te perdonas, eso es lo que temes.
Anticipas las negativas, anticipas de serie, anticipas...
