2 oct 2022

Amor al 10% T.A.E.

<<-¿Cuándo supiste que era la decisión correcta? 
-Al oírle pasar la cuenta. Ya está descrito ese momento entre estos papeles desordenados en Red. Aquello fue demoledor. Denigrante, incluso. Llevaba años y años a su sombra, él taponando mis posibilidades de ampliar mi red social y horadando mi autoestima como hormiguita, como Tim Robbins en "Cadena perpetua", con el martillo de gemas en el muro de la prisión. Sí. Al igual que se lo curró con tesón para ganarme, hasta que detalles concretos brillaron entre los defectos, para enamorarme. Pero ahí estaba yo, como hace 3 años, exactamente igual: vulnerable. >>

Aquella vez la pérdida era inconmensurable y la vida la tenía entera por delante. Esta vez última que propició el regreso a la escritura, también ha sido muy grande la pérdida, porque el duelo es por el fracaso de la relación más importante en su vida, la que le ha dado a su prole. Pero él sigue empeñándose en que le quiten del trono otros amores breves, efímeros... Imposibles.

Muchas veces te has cuestionado esto. Si por duración y por méritos (que él mismo se arroga, también es cierto...), por el apoyo prestado y por fecundarte ya es el hombre de tu vida, sin más, sin analizar la marcha de la relación, la raíz de esa decisión de escogerle a él, la trampa tendida, por dos veces. El desamor y el brutal desapego, cuando siente en tus hijas un lazo irrompible para el vínculo conyugal.

El atroz comportamiento de tirano oscuro, las miradas, los desprecios más íntimos, en la alcoba, a solas. Con el mayor enemigo de tu libertad, porque en alto y de puertas afuera dice lo contrario. Y lo creen a él. No a ti, no a la loca, a la que pierde los nervios, a la que echa de casa a una amiga íntima porque su novio le está mirando las tetas e incomodando desde el primer día que le abrió la puerta de su hogar sagrado, en la islita. Y luego la celosa fue ella, porque calló. No contó lo que realmente estaba sucediendo a nadie en absoluto. Después sucedió que también con la cuñada se habían cruzado los celos porque el novio de la amiga decía que estaban muy follables todas menos ella. 

Loca, loca, loca.

Convives y te haces con la palabra, le das la vuelta, hay quien te llama loquita cariñosamente, en el curro, y te agrada porque viene de una persona maravillosa que te entiende, te capta y ríe y llora también, contigo. Está a todas. Entonces no hay mala intención, es obvio. Esa persona es lúcida y sabe cómo tratarte, le está permitido a ella.

Dieciocho años juntos pasando por verdaderas montañas rusas emocionales de toda índole, una tan gorda como un traslado a mil y pico kilómetros de la ciudad natal, un auto exilio en tiempos de democracia liberal chachi, voluntario y a una isla pequeña, a vivir entre volcanes. 

Pero los efímeros. Los efímeros estuvieron en mente como resultado de otra época de duelo por el estilo de vida derruido, la estabilidad al piso. En esos momentos en los que, in extremis, cuatro años después de iniciado un proceso de pérdida de identidad en el que no había piel ni lucha por volver a ella, sino cierre y alejamiento, decidiste poner fin a aquello en lo que se había convertido vuestro amor. Ya no había, entonces, amor. Era otra cosa muy distinta y gris. Y como resultado de esa ausencia de amor, deseo y piel, no había cuidado mutuo. No desinteresado, que es el que cuenta.

Y he aquí la cuestión: ¿Por qué entre estas páginas están implícitas ciertas "facturas pasadas al cobro" del Rey Momo Titular y sin embargo no hay manera de emitir una con un "Debe" al que saltó del banquillo a media vida?



Porque hay destellos en tu alma de ese amor puro: el desinteresado. De la amabilidad de darte un tiempo que no tiene, pues no es ni siquiera suyo: se lo debe a quienes lo aman desde antes que tú. Como te amaron a ti tus hijas antes que él.